sábado, 31 de octubre de 2009

NATURALEZA Y CONSCIENCIA





(La foto la he sacado en la Selva de Irati, en la bella Navarra, el 28 octubre 2009)

miércoles, 21 de octubre de 2009

lunes, 29 de junio de 2009

Despertar !!!!!!!


Esta vez os propongo la lectura de esta entrevista de Carlos Taibo Arias que va al grano. La crisis nos tiene que hacer que dejemos de mirarnos el ombligo y hacernos despertar. Sino lo pasaremos mal y no habrá servido para nada.


-Aboga por el decrecimiento en una coyuntura económica en la que se llama al consumo para aumentar la producción...

-Es sorprendente que entre las respuestas de la crisis en la que estamos inmersos, nunca se hable de la necesidad inexorable en los países ricos del norte opulento de reducir nuestro niveles de producción y de consumo. Todos sabemos que en el planeta en el que vivimos es limitado, pero parece como si permaneciésemos al margen de esta realidad y pensásemos que podemos seguir creciendo indiscriminadamente. Hay que decrecer en términos de producción y consumo, reducir el número de nuestras horas de trabajo y los niveles de consumo, disponer de más tiempo libre y propiciar un reparto del trabajo en paralelo.

-¿Son esas las claves para salir de la crisis?

-Sí, los políticos están pensando permanentemente en seguir creciendo y acrecentar el consumo, algo que es pan para hoy y hambre para mañana. Uno de los elementos de reflexión son estas decisiones tomadas últimamente de subvencionar la compra de coches con recursos públicos, cuando lo que los poderes públicos tienen que hacer es incentivar no empleo de los automóviles por los ciudadanos. Lo único que preocupa es que la industria automovilística siga produciendo coches, siga moviendo su carro, algo que es un error en el medio y largo plazo.

-Si las industrias se cierran...

-Hay que cerrar complejos industriales fabriles en sectores como el automovilístico, la aviación, la construcción o la industria militar. Eso se traduciría en un número muy alto de desempleados en la Unión Europea que habría que solucionar desarrollando la economía social y medioambiental y repartiendo el trabajo en los sectores económicos convencionales. Podemos trabajar bastante menos, asumir que ganaremos menos pero reducir también nuestras necesidades en términos de consumo.

-¿Algo así como volver al pasado?

-Sí, tenemos que hacernos algunas preguntas sobre el pasado. La renta per cápita hoy en los Estados Unidos es tres veces más grande que la registrada al finalizar la II Guerra Mundial y, sin embargo, el porcentaje de ciudadanos norteamericanos que se declara crecientemente infeliz es cada vez más alto, esto invita a cuestionar si estamos progresando o estamos yendo hacia atrás, y hay gente que confiesa que era más feliz cincuenta años atrás de lo que es ahora.

-Suena a utopía...

-Falta cambiar el 'chip' mental, es muy difícil porque estamos educados para reglas del juego muy diferentes, pero en términos técnicos es mucho más fácil decrecer que seguir creciendo, el problema del sistema capitalista hoy en día es que no es capaz de satisfacer su propia lógica de crecimiento. Pero admito que cambiar el 'chip' mental no es una tarea sencilla. De todas maneras, sospecho que determinados segmentos de la población al calor de la crisis están empezando a hacerlo. Por ejemplo, estudios en los países escandinavos, que es verdad que tienen coberturas sociales importantes, concluyen que personas que perdieron su puesto de trabajo descubren que con un subsidio, la sexta parte de lo que ganaban, son mucho más felices en una economía mucho más austera.

-¿Cómo definiría el estilo de vida actual?

-Yo suelo hablar de un modo de vida esclavo que nos hace pensar que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y más bienes acertemos a consumir, aunque todos sabemos que ese modo de vida esclavo realmente tiene que ver muy poco con nuestra felicidad.

-Economía social y reparto del trabajo son las fórmulas...

-Hay que privilegiar aquellas actividades económicas que no son lesivas con el medio ambiente. Estamos chupando recursos que no van a estar a disposición de las generaciones venideras, y esto es muy grave. Lo del reparto del trabajo es una vieja demanda sindical que fue desapareciendo con el paso del tiempo, hace 80 años lo primero que los sindicatos intentaban garantizar era que todos los trabajadores dispusiesen de algo de trabajo para llevar pan a casa. Este esquema mental de nuevo ha desaparecido, pareciera que el objetivo es acumular horas extra para ganar más dinero.

-¿La crisis está abriendo los ojos a la necesidad que se sufre en el Tercer Mundo?

-Hay una minoría crítica que, en efecto, es consciente de esto, pero la mayoría vive por completo al margen, simplemente preocupada de mirarse el ombligo. La crisis abre dos horizontes distintos, una conciencia cada vez más crítica sobre la sinrazón de los sistemas que padecemos, y otro, una respuesta muy sumisa al miedo que nos intentan generar. La estrategia de nuestros gobernantes consiste en decirnos que si queremos mantener buena parte de los privilegios, tendremos que aceptar un escenario más regresivo, porque si no lo perderemos. Hay que empezar a romper con esta estrategia del miedo y el amedrentamiento.

(Carlos Taibo, Profesor de Ciencias Políticas y de la Administración de la Universidad Autónoma de Madrid, ha publicado artículos de política internacional en diversos periódicos y es autor de una veintena de libros, en su mayor parte relativos a las transiciones en la Europa central y oriental contemporánea)

lunes, 11 de mayo de 2009

Despertar !!!!!!!

Krishnamurti, nos propone el despertar de la conciencia en el ser humano, y para ello examina "La necesidad de seguridad"





What is the need of Nations? The whole earth is one. This whole earth belongs to us. On the maps people go on drawing lines, and over those the...

martes, 5 de mayo de 2009

GRIPE, PANDEMIA, ABUSO DE LA NATURALEZA...

En el mundo no se va al grano del asunto y así nos va. Ahora toca el tema de la gripe y se sigue escapando del meollo de la cuestión. por eso agardezco el artículo de Ben MacIntyre, escritor y columnista de The Times. Merece la pena que lo leamos:


“Hubo un tiempo en que trabajé en una granja de cría de pollos.A decir verdad, hablar de granja es emplear un término excesivamente suave para referirse a la forma en que se criaban aquellos pollos y decir fábrica parece excesivamente cínico. Aquello era el séptimo círculo del infierno de los pollos, una cadena de producción que no dejaba de cloquear, que exhalaba un hedor vomitivo y que estaba anegada en la inmundicia, con un único objetivo: producir la máxima cantidad posible de carne comestible, con tanta rapidez y a un precio tan bajo como fuera posible, sin tener en cuenta ni la calidad, ni la crueldad, ni la higiene.

Aquellos seres vivos se criaban en unas naves enormes y se alimentaban a base de hormonas, antibióticos y grano de bajo coste, despachurrados los unos contra los otros encima de su propia porquería bajo una luz artificial, para pasar de polluelos a pollos con el tamaño en que se les sacrifica en el número mínimo de semanas (la duración de su vida es de sólo 40 días).

Hace 20 años así eran las cosas en aquella granja de un kibbutz (asentamiento de colonos en Israel, generalmente gestionado en forma de cooperativa), en pleno desarrollo de lo que ahora consideramos una revolución en la producción ganadera, cuando la ciencia, la economía y el apetito humano se combinaron para poner en marcha la crianza intensiva de animales a escala industrial en todo el mundo.

Aquellos pollos producidos en masa estaban enfermos, evidentemente.Había que bombear aire del exterior en aquella nave fétida para evitar que los bichos murieran asfixiados. Aún así, se morían en proporciones lastimosas por culpa de ataques al corazón y de pura tensión nerviosa, con unos huesos que con frecuencia eran demasiado débiles para cargar con el peso de sus cuerpos artificialmente hipertrofiados -eran las pérdidas-. Las crías muertas se apartaban a patadas hasta un montón que finalmente retiraba una excavadora.

No había necesidad de ser un científico para darse cuenta de que en aquella nave se estaba elaborando un producto lleno de enfermedades.

Ahora que se propaga la nueva gripe y, aun con mayor rapidez, se propaga el miedo, vale la pena tener presente que éste y otros virus que migran de animales a hombres están, en parte, creados por el hombre, que son consecuencia de nuestra avidez de carne barata, que son el resultado de tratar a los animales como si no fueran más que materia prima que hay que aprovechar de la forma que aumente más y mejor la producción y los beneficios.

Hay una tendencia a considerar una epidemia de gripe, igual que las plagas de la Antigüedad, como un accidente natural inevitable, un castigo que cae sobre el hombre desde lo alto. Sin embargo, nada hay de natural en esta forma de enfermedad; de hecho, es el resultado de un abuso de la naturaleza.

Las enormes granjas porcinas modernas, como las enormes factorías de producción avícola, son lugares ideales de incubación de enfermedades y muchos científicos están convencidos de que las mutaciones virales pueden tener relación directa con las modernas técnicas agroganaderas intensivas. Con unos animales debilitados apiñados unos contra otros en espacios sumamente reducidos, los patógenos se propagan con facilidad y crean tipos nuevos y virulentos que pueden transmitirse a los humanos. Cuando al lado de núcleos residenciales humanos densamente poblados se instalan poblaciones masivas de animales estabulados industrialmente, la posibilidad de que se produzca la catástrofe es muchísimo más alta.

La tensión que estas condiciones tan pésimas de vida causan en los animales producidos a escala industrial los vuelve más vulnerables al contagio, mientras que su concentración en unas pocas variedades de alto rendimiento ha degenerado en una erosión genética y ha debilitado su capacidad inmunológica. Hemos creado un ambiente en el que un virus leve puede evolucionar con gran rapidez hacia una forma mucho más patógena y contagiosa.

Hace seis años, hubo unos biólogos que advirtieron que la gripe porcina -llamada ahora nueva gripe- había entrado en «una vía evolutiva rápida». Un informe del Servicio de Sanidad Pública de los Estados Unidos, difundido el año pasado, apuntaba a «pruebas incontrovertibles de movimiento de patógenos entre estas actividades a escala industrial». Un año más tarde, el organismo de las Naciones Unidas dedicado a la alimentación acaba de pronosticar que el riesgo de transmisión de enfermedades de animales a humanos aumentaría con la producción animal cada vez más intensiva.

Durante el último brote de gripe aviar, los gobiernos y la industria ganadera se dieron mucha prisa en echar la culpa de la propagación de la enfermedad a aves no domésticas y a granjas de pequeñas dimensiones. Visto desde la perspectiva actual, resulta que las aves criadas en corrales de casas eran notoriamente más resistentes a un virus cuya transmisión podía rastrearse directamente en las enormes granjas industriales.

Personajes famosos del mundo de la alimentación, como los cocineros Jamie Oliver y Hugh Fearnley-Whittingstall, han despertado la conciencia popular sobre la forma en que se produce modernamente la carne. Sin embargo, esas campañas tienden a centrarse en el sabor anodino de la carne y en cuestiones morales o medioambientales como los residuos tóxicos producidos por la producción ganadera industrializada o por la cantidad de agua que se necesita para producir un solo kilo de carne de vacuno: 16.000 litros.

Se ha prestado mucha menos atención a la amenaza más directa que plantea a la salud pública la producción industrializada de carne, en la que no existe la menor preocupación por los fundamentos básicos de la cría de animales. Lo mismo puede decirse, a su vez, de la increíble transformación de los hábitos alimenticios mundiales en torno a la carne.

La humanidad es más carnívora en la actualidad de lo que lo ha sido jamás en toda la Historia, gracias a técnicas selectivas de cría, bajos precios de los granos en el mundo, redes mundiales de distribución y el desarrollo económico de China. En 1965, los chinos no comían más que cuatro kilos de carne por cabeza al año; en la actualidad, el ciudadano chino consume por término medio un total de 54 kilos al año.

El número de animales en el planeta se ha incrementado en cerca de un 40% durante los últimos 40 años pero, en lugar de encontrarse dispersas por el campo, estas unidades alimentarias se están concentrando de forma cada vez más acusada en edificios industriales compactos. El número de cerdos se ha multiplicado por tres hasta alcanzar los 2.000 millones de cabezas. En la actualidad, hay dos pollos por cada ser humano.

La producción industrializada de alimentos ha cambiado el régimen alimenticio del mundo, al que ha proporcionado unos recursos baratos y abundantes en proteínas. Ahora bien, eso no sólo tiene un coste moral y medioambiental sino también de salud a escala mundial: unos gérmenes que mutan y evolucionan en silencio en medio de la inmundicia.

La ganadería industrial es necesaria para dar de comer a un mundo que pasa hambre. Sin embargo, hacerlo sin desencadenar nuevas enfermedades exige una cooperación global mucho más intensa en bioseguridad, una regulación mucho más severa del comercio de carne y, por encima de todo, un cambio de los métodos con que producimos animales para la alimentación. La carne producida a escala industrial puede matarnos, incluso aunque nunca nos la comamos.

En 1953, los textos escolares del Reino Unido hacían hincapié en que la guerra contra los gérmenes se había ganado gracias a los antibióticos, con lo que podía proclamarse «la práctica eliminación de las enfermedades infecciosas como factor determinante de la vida social». A partir de esta hipótesis, la novela de Michael Crichton The Andromeda Strain (La amenaza de Andrómeda) imaginaba el mundo atacado por un microbio llegado del espacio.

En la actualidad, el mundo está otra vez atacado por enfermedades infecciosas. La plaga más reciente no la manda Dios ni llega desde otros planetas. Tampoco es que provenga sin más ni más de animales infecciosos ni de microbios extraños. Se debe también al hombre.” (De el Mundo, 1-5-2009)

miércoles, 15 de abril de 2009

O despertamos, o al carajo !!!

Leyendo el excelente blog del amigo Dokushô Villalba (http://planetaconciencia.blogspot.com/) me encuentro con el siguiente articulo que da un poco luz al tema de la crisis. Todos loa análisis que voy leyendo en los medios de comunicación no van al grano, sino rodean el asunto y parece que lo que se quiere es volver a como estábamos antes: la hipnosis de todo va bien y de que consumamos ya que vivimos en la sociedad del bienestar... No se bien donde nos llevara el siguiente capítulo pero lo veo todo muy delicado. O despertamos, o al carajo !!!

“Uno de los focos principales de “salida” de la crisis que nos proponen el Gobierno, los organismos internacionales y los medios de comunicación masivos es que el crédito vuelva a fluir. Que los bancos empiecen a dejar (y crear) dinero a mansalva de nuevo. Para ello el Gobierno está movilizando una ingente cantidad de recursos: 100.000 millones de euros en avales a la banca para que sea una fuente creíble de crédito, hasta 50.000 en liquidez directa a los bancos, comprándoles activos, apertura de nuevas líneas de crédito a empresas a través del ICO... En la Unión Europea, la estrategia es la misma, con la bajada de los tipos de interés, amén de importantísimas “inyecciones de capital” por parte del Banco Central Europeo.

Y se busca que el crédito vuelva a fluir para reactivar el consumo y, en definitiva, el crecimiento. Pero todos y todas sabemos que el crecimiento está inevitablemente asociado a un incremento del consumo de materia y energía y, por lo tanto, a un agravamiento de la crisis social y ambiental en la que vivimos. El problema es que el crecimiento es una premisa básica del capitalismo: si la economía no crece continuamente, el sistema en su conjunto no puede devolver las deudas sobre las que se sostiene, y colapsa. Por eso en la pasada cumbre del G-20 se hacían continuas llamadas a la importancia de recuperar el crecimiento. Por eso Zapatero nos impelen continuamente a ello.

Sabemos que es imposible mantener el crecimiento continuo en un planeta limitado y que, por lo tanto, tenemos que transitar hacia otros sistemas económicos que no se basen en esquilmar su base natural.

Para ello, es fundamental que el movimiento ecologista aporte elementos de reflexión al resto de la sociedad. Es fundamental que empuje un cambio de enfoque. Que muestre que el debate no es si se moviliza o no el crédito. Movilizar el crédito, reactivar la economía, no es un bien en sí mismo. Debemos lograr que el debate social se centre en las oportunidades que tenemos a pesar de la crisis que vivimos. En un momento de parón de la maquinaria económica, podemos dirigir mejor su nueva dirección. La movilización ingente de recursos que se está produciendo desde las instancias públicas, debe servir para reorientar la economía hacia otro paradigma que no necesite el crecimiento.

Se trata de centrar los recursos colectivos no en mantener la misma industria automovilística, sino en posibilitar un sistema de movilidad sostenible; no la creación de empleo en la construcción, sino en revitalizar un mundo rural agroecológico; no en apostar por las energías renovables para mantener el crecimiento del consumo, sino para cambiar radicalmente nuestra matriz energética, reduciendo el consumo. En definitiva, el movimiento ecologista tiene el desafío de proponer al resto de la sociedad que se adentre en la senda del decrecimiento del consumo de materia y energía, restableciendo el equilibrio entre los seres humanos y el medio, y subrayando la equidad entre los pueblos, teniendo en cuenta una premisa esencial para salir del actual atolladero: “menos para vivir mejor”.

El Ecologista nº 60, Marzo 2009

domingo, 5 de abril de 2009

DISEÑO HUMANO



BIENVENIDO A LA AVENTURA DE SER TÚ MISMO


El Sistema de Diseño Humano es una síntesis, que combina
la sabiduría ancestral con las ciencias más vanguardistas
proveyendo no solamente un marco empírico para el entendimiento
de la vida humana, sino información muy específica acerca
de la diferenciación de cualquier individuo, tanto acerca de su salud
de su psicología personal – de sus vulnerabilidades y de sus dones
naturales – como de su manera de relacionarse.


Cada ser humano es único

Los seres humanos somos totalmente dependientes de nuestros vehículos.
Somos simplemente pasajeros en estos cuerpos.
Aprender a manejarlos apropiadamente o, mejor dicho,
aprender a dejarlos que funcionen apropiadamente
constituye nuestro bienestar natural.

Amate a ti mismo

El Sistema de Diseño Humano abre las puertas al potencial del amor
a uno mismo.
Hallar este amor a uno mismo (que es el comienzo correcto del amor)
te lleva a amar la vida, y a través del entendimiento y la comprensión,
al amor por los demás.

viernes, 27 de marzo de 2009

Slavoj Zizek, no para tontos

Acabo de terminar el libro de Slavoj Zizek, “Sobre la violencia”. Se puede estar de acuerda con sus teorias pero Zizek es una mente inteligente y muy aguda. Después de leer tantas tonterias en periodicos y libros agradezco como viento fresco sus ideas. No lectura para tontos. Slavoj Zizek, uno de los iconos filosóficos de la contemporaneidad, nos ofrece las claves para interpretar la violencia.
"La violencia aparece por doquier y todavía no podemos explicarla o asumirla. La provocativa premisa del filósofo Slavoj Zizek es que lo que vemos (la violencia ejercida por un agente identificable) es producido por una violencia oculta: la misma violencia que sostiene nuestro sistema político y económico. Puede no resultar obvia, pero para Zizek es la clave para comprender lo que de otro modo parecen estallidos irracionales de violencia. En esta apasionada apelación a la toma de conciencia, Zizek dirige su implacable mirada hacia las democracias en las que vivimos, gobernadas por un imperativo económico, explora los sangrientos regímenes totalitarios del último siglo y la llamada violencia “divina”. ¿Qué más opciones nos quedan?"


jueves, 12 de febrero de 2009

SOBRE RELACIONES

MI AMIGO KRISHNA PREM.
PODEMOS VIVIR EN EL CIELO O EN EL INFIERNO, DEPENDE DE NOSOTROS !!!!!!!!


martes, 3 de febrero de 2009

Ramesh Balsekar: nuevo paradigma

Mi amigo Ramesh de Bombay. Gracias por tu sabiduria!!!